—Hola Guapo, ¿tienes tiempo libre mañana por la noche?
Ella colocó sus manos suavemente sobre su mejilla y lo miró fijamente con sus hermosos ojos negros como el azabache. Era como si hubiera una galaxia entera contenida dentro de esos ojos.
Antes de que terminara la jornada laboral, Carl le había enviado un correo electrónico interno para informarle que las noticias se transmitirían a las ocho en horario estelar la noche siguiente. Tenía que estar completamente preparada para entonces.
Esa era la razón por la que había trabajado horas extra: quería terminar el manuscrito y enviárselo a Carl.
De esa manera, Carl podría revisarlo a la mañana siguiente. Si señalaba algún problema, podría corregirlo a tiempo y finalizar el borrador antes del mediodía. También podría reservar algo de tiempo al mediodía para leer y recitar las noticias, asegurándose de que la emisión se desarrollara sin contratiempos.