Samantha pensó que Rochelle tenía algunos problemas personales, pero parecía que tenía que ver con ella.
Rochelle no era el tipo de persona que se ensombrecería si algo la molestara. Lo único que la haría actuar así era si tenía que ver con Samantha.
Rochelle se quedó congelada mientras recogía algo de comida y sintió un latido en la cabeza cuando levantó la vista para mirar a Samantha.
Samantha era perceptiva e inteligente, tanto que a veces podría no ser bueno. Como dice el dicho, la ignorancia es la felicidad.
Sea lo que sea, antes o después, el asunto saldrá a la luz. Después de todo, el enemigo estaba vagando libremente al lado de Samantha, y ella estaría en desventaja si Rochelle no le daba un recordatorio.
Rochelle aclaró su garganta suavemente, luego ordenó sus expresiones antes de decir solemnemente:
—Sammy, debes recordar mantener la calma sin importar lo que te diga luego, ¿de acuerdo?
Esas palabras dejaron a Samantha con una mala sensación.