Samantha echó un vistazo al identificador de llamadas y vio que era Walter.
Deslizó su dedo sobre la pantalla y contestó la llamada.
—Hola, Sr. Schuck.
La voz de Walter llegó del otro lado.
—¿Cómo estás, Sammy?
—Me lastimé la cintura y tengo que quedarme en cama por una semana, pero aparte de eso, no hay nada de qué preocuparse. Estoy bien —respondió Samantha.
Walter suspiró aliviado al escuchar eso y expresó su sincera admiración.
—Hoy has hecho un excelente trabajo, Sammy.
Después de una pausa, añadió,
—Hay una cosa más. La fecha de la segunda ronda se ha cambiado para mañana, pero debido a tu destacada actuación en el incidente de hoy, ya has demostrado tu dedicación como presentadora y por lo tanto avanzarás directamente a la ronda final. Mientras tanto, cuídate y continúa recuperándote en casa.
Esa noticia estaba muy por encima de lo que Samantha esperaba.
No esperaba que sus acciones, que vinieron del corazón, le valieran un avance en la competición.