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Samantha abrió los ojos y vio que Timothy había regresado. Estaba de pie justo al lado del sofá, quitándose la ropa.
Timothy pareció haber sentido su mirada y giró su rostro ligeramente para mirarla. Al ver sus ojos soñolientos y sus pesados párpados, dijo suavemente —¿Te desperté? Sigue durmiendo.
El corazón de Samantha finalmente se tranquilizó después de su retorno y su sueño también había alcanzado su punto máximo. Gimió suavemente, y luego cerró los ojos de nuevo mientras volvía a dormirse.
Timothy se quitó la camisa y el pantalón, los lanzó al brazo del sofá y se dirigió al baño para darse una ducha.
El olor a alcohol que persistía en su cuerpo había desaparecido casi por completo cuando salió de la ducha. Después de secarse los cabellos empapados, caminó hacia la cama y se metió bajo la manta para dormir.
Se giró hacia un lado, estiró sus largos brazos y luego abrazó a la profundamente dormida Samantha.