Samantha corrió hacia la entrada del ascensor y presionó el botón repetidamente. Desafortunadamente, el ascensor estaba en uso y permanecía en la planta baja, por lo que pasaría un tiempo antes de que finalmente llegara donde ella estaba.
Al ver al grupo de reporteros acercándose cada vez más, Samantha decidió abandonar el ascensor y corrió hacia la escalera.
Descendió las escaleras a velocidad de rayo, y ocasionalmente había un par de reporteros que lograban alcanzarla. Intentaban estirar la mano para agarrarla pero ella los esquivaba a todos.
Cuando por fin llegó al estacionamiento subterráneo, aceleró hacia el coche de lujo, se sentó en el asiento del conductor, encendió el motor y pisó el acelerador a fondo. Había arrancado antes de que los reporteros pudieran llegar.
Los reporteros se estaban poniendo ansiosos y era obvio que no iban a dejar que ella escapara así como así. Cada uno de ellos subió a sus propios coches y salió en persecución.