El corazón de Samantha se aceleró.
La gente suele enfrentarse a sus sentimientos más verdaderos cuando están en su momento más frágil. Ella admitía libremente que no quería estar sola en ese momento. Sería agradable si alguien pudiera estar allí para ella, y mejor aún si esa persona fuera Timothy.
Se mordió el labio inferior y desbloqueó su teléfono. Pulsó el ícono de llamada y miró la primera llamada perdida en su registro de llamadas recientes.
Sus largas pestañas rizadas temblaban violentamente, pero pronto se detuvieron. La luz de expectativa en sus ojos se hizo añicos al instante.
No fue Timothy quien llamó, sino un vendedor al azar...
En retrospectiva, ¡Timothy nunca había respondido sus llamadas, y mucho menos le había devuelto la llamada! ¡Ella simplemente se había dejado llevar por sus ilusiones!
Empezó a aplicar más fuerza al morderse el labio inferior, provocando un leve dolor punzante.