Wei Ziheng pensaba que Yue Qing era solo un simple aldeano, con la piel áspera y oscura, que vestía ropa y zapatos viejos,
Sin embargo, en el momento en que vio a Yue Qing, se quedó paralizado en el lugar. Yue Qing iba vestido con un traje y su piel era tan clara que brillaba. Tenía el aura de una reina que dejó a Wei Ziheng un poco aturdido.
Ban Yue también parpadeó y miró a Yue Qing con curiosidad.
En realidad, si uno miraba a Yue Qing y Jiang Li de cerca, realmente parecían hermano y hermana. Lo más obvio era que ambos eran muy atractivos. Generalmente, las personas atractivas tenían algunas similitudes.
Sin embargo, Wei Ziheng no se quedó aturdido por mucho tiempo. En el momento en que vio a Yue Qing, rompió su impresión anterior de los campesinos. Sentía que el hermano de su jefe debería lucir así.
Wei Ziheng quería tomar la iniciativa de saludarlo, pero Yue Qing lo ignoró completamente o ni siquiera lo notó.
