La mayoría de la gente sentía que Jiang Li no estaba a la altura de Robert y los demás. Probablemente ni siquiera sabía cómo correr. No era más que una carcasa vacía.
La discusión crecía más y más fuerte. Jiang Li no pudo evitar presionar el espacio entre sus cejas, y sus labios se curvaron en una brillante sonrisa.
—De acuerdo, participaré.
Todos se sorprendieron cuando Jiang Li dijo eso. Fu Yunze y Jiang Man se miraron y sonrieron triunfalmente.
Robert estaba un poco preocupado y aconsejó a Jiang Li que no se forzara.
Sin embargo, el otro corredor pensó que ya que Jiang Li había aceptado, no podía retractarse de su palabra. Siempre había considerado que las carreras eran un juego de hombres y que las mujeres no deberían participar en ellas, aunque Jiang Li había hablado mucho sobre carreras no hacía mucho.
Para él, era solo un intento deliberado de llamar su atención. No era como si nunca hubiera conocido a una persona así antes.
