Cuanto más lo pensaba Jiang Li, más deprimida se sentía. Estaba enfurruñada.
Fu Jiuxiao notó que algo andaba mal con el ánimo de Jiang Li. Extendió la mano para agarrar el dedo de Jiang Li y lo frotó suavemente.
—¿Qué pasa? ¿Estás de mal humor? —preguntó.
—Nada. ¿Cómo voy a estar de mal humor cuando te veo? —respondió ella.
Fu Jiuxiao frunció los labios. Obviamente no creía lo que Jiang Li decía.
Jiang Li arrastró un taburete y se sentó frente a Fu Jiuxiao, mirándolo a los oscuros ojos seriamente.
A Fu Jiuxiao le resultaba un poco incómodo ser mirado de esa manera, y no podía entender qué estaba pensando Jiang Li.
—¿Cuánto tiempo ha estado Yun Ya contigo? —preguntó Jiang Li.
—¿Casi diez años? —respondió él.
Fu Jiuxiao pensó que Jiang Li solo estaba curiosa, por lo que respondió honestamente.