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Después de que Fu Jiuxiao despertara, Jiang Li había estado cuidando de Fu Jiuxiao con todas sus fuerzas. Ella trataba a Fu Jiuxiao como si fuera un muñeco de porcelana que podría romperse con un toque. Fu Jiuxiao se sentía un poco impotente.
En este momento, no era conveniente para Fu Jiuxiao levantarse, y con los efectos de la medicina, era fácil quedarse dormido.
Esta habitación era muy espaciosa y la decoración muy lujosa. Si no fuera por el equipo médico aquí, sería fácil malentender que esto era un lujoso hotel de cinco estrellas.
Para la comodidad de la familia, había otra cama en esta habitación. Jiang Li había planeado dormir allí por la noche, pero Fu Jiuxiao no lo permitió. Él quería que Jiang Li durmiera en la misma cama que él.
Jiang Li estaba preocupada de que su mala postura al dormir empujara a Fu Jiuxiao, así que no quería. Sin embargo, Fu Jiuxiao insistió una y otra vez. Jiang Li también quería estar más cerca de Fu Jiuxiao, así que aceptó.
