—Al ver que Jiang Li la ignoraba, la Madre Jiang se enfureció aún más.
—El mayordomo junto a la Madre Jiang la miraba fijamente con una "amable" expresión, por lo que ella no se atrevió a hacer nada.
—¡Dí algo, por qué estás fingiendo ser muda!
—Entonces, ¿cuál es el asunto? Hazlo simple, todavía tengo cosas que hacer.
—Viendo la actitud actual de Jiang Li, la Madre Jiang se llenó de odio. Esta posición debería haber pertenecido a su hija, Jiang Man, pero pensando en el propósito de su visita ese día, la Madre Jiang ajustó su actitud.
—Escuché... que la pierna de Fu Jiuxiao está completamente arruinada, ¿verdad?
—Jiang Li entrecerró los ojos y miró a la Madre Jiang con una mirada peligrosa. La Madre Jiang no pudo evitar apartar la vista.
—¿Por qué esta chica se estaba volviendo cada vez más aterradora?
—¿Dónde lo escuchaste?
—El tono de Jiang Li era un poco frío. ¿Por qué había rumores sobre Fu Jiuxiao por todas partes?
—¡Manman me lo dijo!
