—¿Trajiste a ese mocoso aquí otra vez? —Jiang Li se quedó atónita por un momento antes de darse cuenta de que Yue Ji estaba hablando de Fu Jiuxiao. Se sintió un poco impotente. No sabía por qué su padre adoptivo tenía tal prejuicio contra Fu Jiuxiao.
—Jiang Li asintió, y Yue Ji tenía una expresión triste.
—Su hija había crecido, y ella iba a escaparse con otro hombre.
—Papá, él es muy bueno conmigo. Deberías dejar de lado tu prejuicio y observarlo. Sabrás lo bueno que es.
—Mira, ni siquiera te has casado todavía, pero ya estás defendiéndolo.
—Yue Ji fingió estar un poco insatisfecho.
—¿Está muy ocupado en casa? ¿Por qué no te acompaña mamá?
—Conociendo la personalidad de Yue Ji, Jiang Li planeó saltarse este tema. De lo contrario, Yue Ji podría seguir preguntándole a Jiang Li sobre Fu Jiuxiao. Era mejor dejarlo al tiempo. Creía que Yue Ji conocería a Fu Jiuxiao en el futuro.