Su Yang no esperaba que Fu Yunze trajera a Jiang Man aquí. Cuando vio la expresión de sorpresa de Jiang Man, Su Yang supo que probablemente ella tampoco sabía lo que estaba sucediendo.
Su Yang maldecía en su corazón, pero aún mantenía una sonrisa cortés en su rostro.
—Hola, señorita Jiang.
Su voz era suave, pero sonaba como un extraño. Esto hizo que Jiang Man se sintiera un poco insatisfecha y frunciera el ceño. Sin embargo, cuando pensó en la situación actual, solo pudo seguir el juego.
—Hola, gerente Su.
Jiang Man también sonrió suavemente y asintió cortésmente a Su Yang.
Fu Yunze vio que no había expresión antinatural en sus rostros. ¿Podría ser que se había equivocado?
Durante este período de tiempo, él había venido a menudo a este nuevo club con sus amigos. Naturalmente, conocía al dueño de este lugar, Su Yang.
