—Jiang Man disfrutaba de la adulación de las personas a su alrededor. Al ver que no estaban luchando entre ellos, sino atacando a Jiang Li juntos, se sintió un poco aliviada.
—Todavía tenía esa expresión amable en su rostro.
—Lamentablemente, Jiang Man no tenía idea de que las palabras de la gente a su alrededor habían enfurecido a todos los estudiantes de arte.
—¿Qué quieres decir? ¿Los estudiantes de arte comieron tu arroz? ¿Por qué hablas de los estudiantes de arte así? —exclamó un estudiante—. ¿Qué? ¿Todavía es popular discriminar a los estudiantes de arte? ¿Cuántos años han pasado? ¿Son tan increíbles los estudiantes de ciencias sociales?
—Con un rugido, un estudiante de arte golpeó la mesa.
—Cuando los estudiantes de arte detrás de él escucharon sus palabras, todos miraron a Jiang Man con ojos enojados.
—Cuando estas personas se burlaban de Jiang Li, podían ignorarlos.
—¡Sin embargo, cuando se burlaban de los estudiantes de arte, ya no podían soportarlo!
