Jiang Li todavía estaba gratamente sorprendida de ver a Fu Jiuxiao. No podía ocultar la sonrisa en sus ojos mientras se agachaba frente a Fu Jiuxiao.
Fu Jiuxiao quería abrazar a Jiang Li en sus brazos y dejarla sentarse en su regazo.
—¿Están bien tus heridas?
—Estoy bien.
Esta pequeña herida no era nada para Fu Jiuxiao, pero Jiang Li no lo creía. Sentía que no estaba bien que Fu Jiuxiao saliera del hospital así. Pase lo que pase, la herida en su pierna no podía afectarse.
—Déjame ver.
Así, Jiang Li fingió quitarle los pantalones a Fu Jiuxiao.
Fu Jiuxiao...
Fu Jiuxiao bloqueó las manos de Jiang Li y abrazó a Jiang Li. Jiang Li exclamó sorprendida y fue abrazada en los brazos de Fu Jiuxiao.
—Le pregunté al Dr. Wei. Dijo que puede salir. —Fu Jiuxiao besó la frente de Jiang Li.
—¿De verdad?
—¿Te mentiría? Puedes preguntarle tú misma. —Fu Jiuxiao frotó la cabeza de Jiang Li sin ayuda.