Fu Yusheng se arrodilló frente al Viejo Maestro Fu y clamó por justicia. —Abuelo, realmente me drogaron. ¡No sé nada de nada! Tiene que haber sido Jiang Li. ¡Sí! Debe ser esa mujer malvada —Fu Yusheng no esperaba que su ridículo aspecto fuese visto por el Viejo Maestro Fu. En su pánico, simplemente culpó a Jiang Li de todo.
El Viejo Maestro Fu le lanzó directamente su bastón a Fu Yusheng. —¡Ridículo!¿Cómo te atreves a culpar a tu tía de esto?.
El Viejo Maestro Fu miró a Fu Yusheng arrodillado en el suelo y luego se volvió hacia Chu Chu. Sus ojos estaban llenos de ira y disgusto. —No puedo permitir que una mujer como ella se quede aquí más tiempo. Zhongtian, tú trajiste a esta persona aquí, así que despídela ahora mismo.
Después de que el Viejo Maestro Fu terminara de hablar, Fu Zhongtian no dijo nada. Solo le dio una mirada a Li Shuwan.
