Jiang Li quería retirar su mano, pero Fu Jiuxiao la atrajo más hacia él. Sus narices se tocaron, y sus respiraciones se entrelazaron.
Fu Jiuxiao soltó una carcajada. —¿Por qué solo besaste mi frente? Hay otros lugares para besar.
Al escuchar las palabras de Fu Jiuxiao, Jiang Li se sonrojó y empujó el pecho de Fu Jiuxiao. —Todavía estás enfermo. No quiero ser contagiada. De lo contrario, mis estudios se retrasarán y tampoco podré cuidarte.
La mirada de Fu Jiuxiao cayó en sus labios. —¿Tienes miedo de retrasar tus estudios, o tienes miedo de no poder cuidarme?
Jiang Li quería decir algo, pero Fu Jiuxiao bajó su cabeza y la besó. Su respiración se volvió gradualmente más pesada, y la punta de su lengua en su boca se tornó más firme, haciendo que Jiang Li casi no pudiera respirar.
—Realmente espero que mi cuerpo se mejore más rápido —dijo Fu Jiuxiao con su aliento en los labios de Jiang Li.