—Este era el resultado que Jiang Man quería —dijo ella para sí misma—. Quería que Jiang Li se convirtiera en la hermana malvada en los ojos de todos.
Jiang Li no se inmutaba. Ella vino aquí para filmar, no para discutir con Jiang Man. Mientras Jiang Man no se pasara de la raya, a ella no le importaría.
Al mismo tiempo, Jiang Man de pronto recibió una llamada de Fu Yunze.
—¿Dónde estás? Llevo mucho tiempo esperándote en la entrada de tu escuela —dijo él con impaciencia.
El corazón de Jiang Man dio un salto cuando escuchó eso.
Ella seguía pensando que no podía dejar que Jiang Li fuera la única en el centro de atención y se había olvidado por completo de avisarle a Fu Yunze sobre esto.
Los pensamientos en su mente volaban rápidamente y finalmente encontró una razón.
