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—Felicitaciones por conseguir el 30% de las acciones —tan pronto como Jiang Li entró a la habitación, escuchó las palabras de Fu Jiuxiao.
Jiang Li no se sorprendió de que Fu Jiuxiao supiera sobre sus cosas. En cambio, asintió y sonrió ligeramente.
—Gracias.
Los labios de Fu Jiuxiao se torcieron levemente cuando escuchó las palabras de Jiang Li, pero sus ojos seguían fijos en el rostro de Jiang Li.
—El 30% de las acciones en tus manos... te puedo enseñar cómo controlar tus inversiones y sacarles el mejor provecho —Jiang Li se mostró un poco sorprendida al oír lo que dijo Fu Jiuxiao—. ¿En serio? ¿Eres tan bondadoso?
La expresión de Fu Jiuxiao no cambió.
—Puedo enseñarte, pero tienes que prepararme personalmente el almuerzo y los aperitivos todas las mañanas.
Además, ella no se iría tan fácilmente si pusiera las acciones en sus manos.
Jiang Li soltó una carcajada.
Esta condición le pareció un poco extraña.
