Una de las cosas más sorprendentes del ser humano es su preocupación por la estética corporal.
El ser humano se depila, maquilla, arregla el cabello, viste a la moda y mantiene su estado físico.
En los negocios es igual, como te ven te tratan, y una de las inversiones del presidente Kang era la sala de gimnasio y entrenamiento. Pocos iban allí a pesar de que estaba abierto hasta la media noche y desde temprano en la mañana, habían un ring de boxeo, una pared para escalar, un espejo, mancuernas, máquinas, sacos de boxeo, entre otras cosas.
Los empleados no tenían el hábito de ejercitarse, pero ellas sí. Y sin dar tantas vueltas, Kang había mejorado el gimnasio porque esa fue una de las condiciones que puso Macarena para ingresar.
-Aun no puedo creer que nos hagan levantar tan temprano-
-No te quejes Jang- dijo Mister mirando el cronograma del dia-
-Quiero volver a la cama ¿Quién en su sano juicio se levanta a esta hora?-
-Muchas gente Jang... diría que la mayoría ja ja ja- a Min le encantaba molestar a los demás
-Además... mira el gimnasio de los empleados esta abierto... ¿Hay gente? Están dementes-
A medida que ellos se acercaban a la sala de entrenamiento se escuchaba más estruendo y gritos. Hasta que se abrió la puerta de par en par y un cuerpo salió volando por el pasillo chocando contra la pared.
-¡¿Está bien?!- grito Mister-
-No me toques- Patricia corrió su mano y se puso en posición de defensa, entonces de un momento a otro, apareció Jimena. Aquella escena les dio miedo y al mismo tiempo dolor, Jimena corrió hasta Patricia, lanzó una patada hacia los brazos que tenía cruzados para proteger su pecho.
Patricia se agacho y deslizó su pierna e hizo caer a Jimena, quien se levantó rápidamente.
-¡No peleen!- grito Jang- Lo que haya pasado pueden resolverlo-
Jang era un muchacho muy tranquilo, perezoso y cero atlético. Su vida eran los videojuegos y hacerse mascarillas para mejorar el estado de su piel; aunque era muy muy hermoso era muy caprichoso, a veces llegaba a ser peor que un niño. Pero era dócil cuando lo corregian o retaban, aunque si consideraba que lo estaban retando injustamente se enojaba y hacia berrinches... Esto último pasaba seguido.
Patricia solo lo miró, se rió y dijo:
-Que idiota-
Entonces se adentro hacia la sala de entrenamiento y Jimena la siguió, la pelea aún o terminaba. Algunos de ellos no pudieron con la curiosidad y entraron, para ver que estaba sucediendo, al momento que observaron como ellas entrenaban, su masculinidad se hizo pequeña.
-Disculpen- ellos ante tal concentración se asustaron- No pueden estar aquí, esto es para empleados-
-Macarena, lo siento- ella estaba sudada y muy agitada. En el ring, Jimena y Patricia seguía luchando, mientras que en la otra punta Fernanda y Leticia escalaban el muro... sin arnés.
-¿Saben que hay arnés verdad?- comento JK-
-JK no creo que lo necesiten- dijo Gust viendolas escalar como si fuera un juego de niños- ¿Puedo entrenar con ustedes?-
-¡No!- se escucho la voz de Leticia a lo lejos. En ese preciso momento ella resbaló, y cayó del muro, aquellos jóvenes pocas veces vieron un accidente, Macarena y el resto estaban tranquilas. Entonces ellos vieron, como aquella mujer cayó 5 metros de altura como si hubiera saltado de una silla, simplemente quedaron mudos.
-Por lo que veo tienen un cronograma bien organizado, deben irse- los demás simplemente salieron pero Mister por unos segundo cruzo mirada con Macarena, quien le sonrió amablemente. Aquel joven parecía un tomate, al ver su cuerpo sudado, ese corpiño deportivo negro que marcaba sus pechos aún más y esa calza ajustada blanca que marcaba aún más sus muslos, miles de pensamientos invadieron su mente. Y por semanas, soñó con ella.
Lo que ocurrió aquel día también estuvo dando vueltas por un tiempo en la cabeza de JK ¿como era posible que esas mujeres puedan tener ese físico? Eran de la misma edad. Su curiosidad llevó a imaginarse como sería verlas desnudas , pero le costaba, más allá de ver su escote o las curvas de sus cuerpos, ellas no dejaban ver más... Aunque para Gust eso era suficiente.