Hola a todos, espero que estén bien. Les traigo un nuevo capítulo de este fanfic, que lo disfruten.
Todos los derechos reservados a Eiichiro Oda, creador de la franquicia One Piece.
CAPÍTULO 25: Gloomwood.
En el mar.
Había amanecido, Usopp se encontraba despierto visualizando la log pose buscando una dirección en concreto. En ese momento, Rebecca, que estaba despertando, mira a las espaldas de su ahora capitán. -Buenos días, Capitán- dijo Rebecca luego de dar un bostezo, -B-buenos días, Rebecca- respondió el tirador. Ambos estaban en medio del mar, pero con su balsa yendo a una velocidad regular, -No estoy seguro de los detalles, pero lo más seguro es que, lleguemos a la siguiente isla en cuanto caiga el sol- dijo Usopp con un poco de pena en su hablar, pero Rebecca con seguridad sólo dijo; -No se preocupe, Capitán, mi deber como tripulante es ayudarle y protegerle, es por ello que eso haré.- Usopp estaba sorprendido y, con entusiasmo, retomó su puesto mientras analizaba sus artilugios y armas. Rebecca, por su lado, observaba a su Capitán cada acción que este realizaba y lo intentaba replicar con su espada, sólo limitándose al limado y al afilado de la misma.
Ambos, habían improvisado un desayuno a base de una infusión improvisada por Usopp que, según él, creo con la idea que sirva como bebida energizante para los largos viajes y jornadas entre islas. Rebecca, deslumbrada, ayudaría a su capitán primeramente en las velas mientras montaban una improvisada tienda de campaña, sirviendo esta como la "habitación" que los dos compartirían, dividido en dos partes para que ninguno pueda tener inconvenientes con el otro, limitándose únicamente por los bordes de la misma embarcación, siendo lo suficientemente grande como para poder viajar. Su aspecto es el mismo que el Marutabune de Barbanegra, siendo la diferencia un mástil con dos velas, una pequeña de color blanco y una grande de color rojo sin símbolos, poseyendo un log pose en la parte delantera del barco chapuza, atado a dos troncos y sostenido por una pequeña pero gruesa rama de árbol que servía de soporte para el artefacto. La parte trasera tenía la tienda campaña que Rebecca ató con ayuda de Usopp a la parte superior de la vela, con los costados de la misma tienda unido por sogas enrolladas y anudadas a dos troncos extremos (el primero y último de la chapuza). Sus pertenencias estaban dentro de la tienda siendo estas reubicadas en la zona ocupada por ellos, usando como referencia sus nombres escritos con un papel en la parte superior de la carpa, distinguiendo el lado en el que debían dormir. Los dos beben la infusión, siendo esta una mezcla entre bayas y cítricos exprimidos anteriormente, con agua caliente y caramelo derretido con pequeños granos de café que el tirador había extraído de un bar en la isla Applenine antes de zarpar hacia Dressrosa nuevamente. -Los efectos de esta bebida son tardados pero llegan. Tendrás demasiada energía, Rebecca- dijo Usopp con un tono que expresaba emoción. -¿Me sentará bien?- preguntó Rebecca, a lo que Usopp aclaró; -Si. Aunque debo darte una pequeña advertencia. Si tomas en exceso o en grandes cantidades, es posible que el pulso cardiaco se encuentre muy elevado y/o derive en una tensión.- -¿Qué quiere decir, Capitán?-. -Si llegaras a hacer eso, física y mentalmente estarías muy sobrecargada, es como si un objeto tuviera mucha agua, al punto en el que debe ser vaciada para que ese objeto no tenga algún problema o se rompa, por lo que, lo más seguro es que, sólo debes beber lo justo y necesario- dijo Usopp con seriedad. Rebecca bebe el brebaje que su Capitán le preparó, siendo esta de un sabor dulce con gustos agrios pero resaltando el dulzor de la bebida. La pequeña carpa, constaba de una tela de papel grueso, sostenido por dos pequeños troncos, todos elementos que Usopp recolectaba de su viaje hasta llegado a la isla Applenine donde la mayoría de los restantes elementos le fueron dados por Leorxa. Los efectos del brebaje llegaron a Rebecca por la tarde, empezando a sentir mucha energía. -C-c-capitán, creo que siento esos efectos. Me siento...rara- dijo Rebecca mientras parte de su saliva caía al piso de la balsa, -Es normal, ese efecto se esfuma en 5 minutos y luego la energía llega-. -Ya...veo- respondió Rebecca con saliva mientras sacudía su cabeza buscando disipar su embobamiento.
El resto del viaje sólo fue Rebecca moviéndose de un lado a otro, ayudando a Usopp en la pesca y otras veces verificando una maceta grande que contenía de un lado las plantaciones de estrellas verdes (Pop Green) y del otro un cúmulo de pólvora y plomo tapado con un papel aluminio, con la leyenda "NO TOCAR" escrita en el. También verificaba sus rosacruces y los girasoles en una maceta que tenía en su lado. Llegada la noche, ambos improvisan una cena con lo pescado; un pescado cortado de forma precisa desde su centro, buscando rodear y resaltar parte de su espina dorsal superior (para este punto, se había cortado la cabeza del animal). Retiran su espina y empiezan a comer los restos del mismo sin la espina ni las costillas unidas a la dorsal. Ambos repiten el proceso con cinco peces más que habían pescado, repitiendo el proceso y devorando todos los pescados. Luego de devorada hasta la carne de las cabezas de los pescados, desechan los restos al mar.
Una hora después de haber cenado, avistan una isla. Usopp, ayudado por Rebecca, buscan impulsar la balsa hasta la costa de esa isla, llegando a la misma unos minutos después de ser vista. Al desembarcar, el viento se intensifico un poco, mostrando el aspecto de la susodicho lugar, siendo este un bosque sin nada especial. -Capitán, creo que tendremos que atravesarla...- dijo Rebecca extrañada por el lugar, -S-si...- dijo Usopp con cierto temor.
De pronto una voz empezó a sonar, -Sean bienvenidos a la isla Gloomwood, un gran bosque mitad purgatorio mitad cementerio en donde yacen las almas que después de morir han sido condenados a morar eternamente como árboles en este bosque encantado- Usopp y Rebecca, con sorpresa y mucho temor, empiezan a buscar por varios lados el origen de esta voz, sin hallar de donde viene. La voz vuelve a hablar nuevamente, -Soy magia y soy luz, un instante de eternidad...- al decir eso, tanto Usopp como Rebecca empezaron a ir en dirección al bosque, sólo movidos por sus instintos, -Si han llegado hasta aquí, cuidaos de morir sin antes dejar, concluidos sus sueños, la vida es para luchar.- La luz de la luna termina reflejando la imagen de un espectro, con una túnica blanca y su cabello blanco. Ambos tripulantes despiertan de su pequeño letargo, para darse cuenta que estaban dentro del bosque, viendo al espectro ante sus ojos, la densa niebla opacaba de a ratos la visibilidad del mismo, pero era distinguible debido a un pequeño halo de luna que penetraba cerca de uno de esos árboles, -Este lugar es...inquietante- dijo Usopp tratando de sonar valiente. -Si, pero también emocionante. Vamos, Capitán, tenemos un tesoro que encontrar- respondió Rebecca blandiendo su espada. Adentrándose más profundo en el bosque, árboles retorcidos y flores que brillaban tenuemente en la oscuridad dejaban verse tras de si. De repente, una voz se escucho por todas partes y por ninguna a la vez. -La cárcel es un cementerio de personas vivas, un almacén de culpas, errores y anhelos de amaneceres-. -¿Escuchaste eso?- preguntó Usopp, sus ojos moviéndose nerviosamente. -Si, pero mantenga la calma, capitán. Tal vez sólo haya sido el viento- respondió Rebecca, tratando de calmarlo. Mientras más se adentraban a lo profundo de dicho bosque, la voz volvió a escucharse. -Los hay de todos los tamaños, pero la peor cárcel es la de uno mismo-. En el centro, había una inscripción escrita en una lengua antigua, que ninguno de los dos podía entender. -Capitán, ¿sabe lo que dice?- preguntó Rebecca mientras buscaba alguna letra que guardase relación con su lenguaje cotidiano. -No, pero me llama la atención la figura de un árbol que aparece en la inscripción- Usopp se percata de que dicha figura aparece como si fuera un hueco, dando a entender que, dicho espacio, debe ser cubierto por una llave o placa con la forma de dicho árbol. Tras una búsqueda, en donde tuvieron que sacar más vegetación que de costumbre, encontraron la placa en forma de árbol, por lo que colocaron la misma en la figura con forma de árbol, a lo que la puerta termina abriéndose de par en par. Ambos se asustan un poco, pero se adentran en la puerta, con la confianza necesaria para afrontar todo (o eso intentaban mostrar).
Tras pasar por la puerta se encontraron con otra inscripción en la cual, a diferencia de la vista en la entrada, esta tenía dibujada imágenes que parecían indicar pruebas a seguir y completar, siendo una de ellas una especie de acertijo que al completarlo abriría paso a una cámara. Las pruebas eran tres, siendo el acertijo la última de todas ellas. Rebecca haría una que constaba de seguir un recorrido no visible, superándola fácilmente debido a su capacidad de percibir las cosas, aún, si estas no se encuentran visibles. Usopp debía pasar una prueba con trampas ocultas, a lo que Usopp haría uso de su ingenio para descubrir el mecanismo que unía a todas ellas y desactivarlo, para de esta forma, poder encontrar el camino verdadero y pasar a la siguiente y última prueba. Ambos se encontraron con un acertijo que guardaba relación con la voz que escucharon: La cárcel es un cementerio de personas vivas, un almacén de culpas, errores y anhelos de amaneceres. Las hay de todos los tamaños, pero la peor cárcel es la de uno mismo. El acertijo invitaba a resolver el problema que la frase presentaba, teniendo que usarse un puñado de palabras que debían insertarse en una ranura debajo de la leyenda escrita allí. -Esto es más complicado de lo que parece- dijo Rebecca, buscando descifrar la frase completa. -No te preocupes, soy un maestro en resolver problemas- afirmó Usopp, aunque el sudor en su frente sugería lo contrario. Tras algunos intentos, pudieron descifrar el enigma creando la siguiente frase: SI DE LA CÁRCEL HE DE SALIR, UNA SONRISA HE DE CONSEGUIR. Tras unir dicha frase en la ranura, la cámara se abrió, mostrando en el centro de la misma un cofre dorado que resplandecía. Sin embargo, apareció un espíritu que parecía ser el de un antiguo guardián de la isla. -Si una sonrisa has de conseguir, tu nobleza has de mostrar-, la voz dijo una frase que ponía una última prueba donde, por lo dicho, tenían que mostrar su honestidad ante el espectro. -Anhelo ayudar a todos aquellos que lo necesiten- expreso Rebecca con sinceridad. -Yo, proteger a los que me importan y hacer el bien- dijo Usopp y ambos concluyeron; -¡Queremos ser valientes guerreros del mar!- Tal declaración, convenció al espíritu, cediendo el paso para que ambos abrieran el tesoro. Al abrirlo se encontraron con un mapa antiguo con varias locaciones desconocidas para el dúo y una joya mágica, que tenía escrito un escueto instructivo para su uso, describiéndolo como un escudo en forma de cúpula que protegía a los que la activasen. -¡Lo logramos!- exclamó Usopp mientras alzaba la joya con entusiasmo. -Capitán, no quisiera molestarle pero, percibo que hay personas fuera- La expresión de Usopp cambió a una de asombro luego de escuchar lo dicho por Rebecca. Los dos saldrían cuidadosamente de la cámara, hallando luego de una minuciosa búsqueda, un hueco que llevaba al exterior. Con un poco de dificultad, los dos salieron a la superficie, encontrando un barco aparcado en la costa.
-Encuentren todo lo de valor en esta isla-, -Pero Capitán, este lugar no parece tener nada de valor-, -Mi intuición no falla, hagan lo que digo. En cuanto reúnan lo suficiente, quemaremos este lugar.- Usopp y Rebecca observaban desde el interior del bosque al grupo de piratas, -¿Los has escuchado, Rebecca? Quemaran este lugar-. -Nosotros los enfrentaremos aquí y ahora, no podemos dejar que quemen esta isla- respondió Rebecca con determinación. -Volveré para buscar la balsa. Tu distráelos Rebecca- dijo Usopp. -Si, Capitán- Rebecca asintió. Usando su aguda observación, Usopp visualizó la balsa en una costa cercana moviéndose por la densa niebla. Mientras Rebecca, con la poca visibilidad, pudo distinguir a los piratas enemigos, entrando a desarmar y derribar a los enemigos con su espada. En ese momento Usopp, montado en la balsa, usó su Kabuto negro y empezó a disparar una serie de proyectiles de humo para crear confusión en la cubierta enemiga. Los de Mordekai empezaron a correr en ambas direcciones, incapaces de ver a través de la densa niebla. El tirador continuó disparando una serie de proyectiles especiales para mantener a raya a los piratas que intentaban acercarse.
De repente, un estruendo sacudió el aire. Un hombre alto, con pelo rubio, con barriga, vestido con una toga de color purpura, llevaba consigo una especie de monolito. El artefacto soltó una correntada tan fuerte que despejó la fracción de niebla que rodeaba el área ocupada por los piratas, dejando ver tras de si, la figura del portador de dicho artilugio, un hombre imponente, -¡Ustedes dos! No saben con quién se meten. Les mostraré el poder de la tormenta- dijo el imponente pirata.
Piratas de la Tormenta.
Capitán: Mordekai.
Tripulación: 20 personas.
Recompensa: Ɓ 56.000.000
Barco: Tempestad Oscura
La tormenta rugía de forma incontrolable, obligando al dúo a cambiar de estrategia. Usopp lanzó un proyectil especial hacia el artefacto. El impacto causó una explosión de luz, pero el mismo estaba intacto. Mordekai rio con aires de arrogancia. -¡Que patético! Mi poder es inquebrantable-.
Rebecca, viendo la situación, ideó un plan. -Capitán, tenemos que distraerlo. Saltaré de la balsa e iré a por el aparato.- Usopp asintió. -Entendido. Te cubriré.-
Usopp comenzó a disparar una ráfaga de proyectiles de fuego, creando una barrera de llamas que obligó a los de Mordekai a retroceder. -¡Que no escape!-.
Rebecca, que había saltado de la balsa, nadó con todas sus fuerzas, llegando hasta una de las gruesas cuerdas del Tempestad Oscura. Tras subir al barco, se movió a toda velocidad, acercándose al artefacto. Con un salto ágil, aterrizó detrás de Mordekai, desenvainó su espada y cortó la correa que sostenía el artefacto. Los piratas de Mordekai verían a Rebecca moverse a toda velocidad, por lo que fueron tras ella.
Durante la estampida, Rebecca gritó cerca del borde del barco. -¡Lo tengo Capitán! ¡Vámonos de aquí!-
Rebecca saltó fuera del barco, aterrizando en la balsa, a lo que Usopp, luego de ver el instructivo de la joya y analizar una serie de dibujos, frotó la misma. Saliendo de esta una especie de escudo con forma de cúpula que empezó a propulsar la balsa. La misma comenzó a moverse a toda velocidad, a lo que los Piratas de la Tormenta fueron a perseguirlos.
Al amanecer, la persecución llegó a una zona de la región de Tottoland. El dueto sabían que tenían que enfrentarlos para terminar con la cacería.
Mordekai estaba a punto de lanzar un ataque definitorio, -Necr.- no terminó la frase que Usopp disparó una serie de estrellas explosivas que impactaron en las velas del Tempestad Oscura, causando una serie de explosiones que dañaron el barco irremediablemente. Rebecca, se sujetaría de un cable que empezó a soltarse del barco que empezaba a desmoronarse, llegando a cubierta e atacando desde el aire a Mordekai, este respondería cortando los costados del abdomen de Rebecca quien, pese a ello, desarmaría a Mordekai luego de cortar las muñecas de este último. Este, sin mucho que perder, lanza su último ataque, -Necrostorm- impactando un rayo negro sobre el barco, partiéndolo en dos. Esto obliga a Rebecca a correr hacia la balsa, saltando mientras arrojaba el artefacto hacia el rayo, destruyéndose este en el proceso. La gladiadora logra aterrizar en la balsa, presenciando ambos como el barco se hunde. -Hubiera preferido haberlos derrotado, pero no pensé que llegarían a esto- reflexionó Rebecca recostándose en su puesto. -Supongo que no había otra opción. Lo importante en estos momentos es continuar nuestro viaje- respondió Usopp mientras miraba la joya detenidamente. En ese momento, la joya empezó a mostrar una serie de números que simbolizaban palabras que, al unirlas, formaron la siguiente frase: Se tu mismo, eso nunca nadie te lo podrá quitar.
El dúo logró escapar de Gloomwood, pero debían enfrentar un reto mucho más duro estando en Tottoland.
CONTINUARÁ....