"¿Maicol, si un día despertaras y tuvieras un superpoder, cuál sería? ¿Te gustaría ser invisible o poder volar o algo así?", me preguntó Alex, mientras pateaba el balón contra la pared una y otra vez. Miré al campo de fútbol, observé a los jóvenes haciendo deporte y a las aulas a la distancia, y respondí con una sonrisa enigmática: "Creo que elegiría viajar en el tiempo".
Alex se detuvo y me miró con curiosidad. "¿En serio? Pense que eleijirias algo como ver atravez de la ropa de las chicas.
Ignorando ese comentario pregunte en su lugar¿No vas a jugar?
"Si, pero todavía no han decidido los equipos ni han organizado las mayas" ¿ Y tu vas a jugar? me preguntó.
Negué con la cabeza. "No, creo que pasó. Estoy cansado". Alex asintió y se alejó en dirección a un grupo de chicos en mitad de la cancha. Lo vi irse y murmuré para mí mismo: "Elegiría tener el poder de viajar en el tiempo y cambiar mi vida".
Eso era yo, tan increíble como parecía. De la noche a la mañana, había pasado de ser un ingeniero civil fracasado sin ningún logro en la vida a volver a ser un estudiante de secundaria de 17 años. Todo había comenzado ayer, después de despertar con un fuerte dolor de cabeza. Al principio, no noté nada raro, solo un leve mareo y un poco de migraña. Sin embargo, cuando me senté en la cama para colocarme las pantuflas, noté que algo no cuadraba. "Estoy en una habitación que no reconozco", pensé al principio, pero cambié ese pensamiento mientras más miraba a mí alrededor. Las paredes estaban cubiertas con pósters de viejas bandas de rock y jugadores del Real Madrid, similares a los que había dejado atrás hace mucho tiempo en mi vieja habitación.
Me levanté rápidamente y corrí al espejo. Lo que vi me dejó sin aliento. Devolviéndome la mirada en el reflejo del espejo estaba mi yo de 17 años. Mi corazón se aceleró a mil y mis manos temblaban erráticamente mientras intentaba procesar lo que había sucedido. ¿Es esto un sueño? ¿Una alucinación? Pensé para mí mismo mientras tocaba mi cara con las manos, pero todo se sentía demasiado real. Miré mis manos, mis brazos, la habitación. Era como si hubiera viajado en el tiempo, como si mi deseo se hubiera hecho realidad de una manera inexplicable.
Con el corazón todavía acelerado, salí de la habitación y baje las escaleras lentamte, mirando rápidamente a la derecha encontré a mi madre en la cocina, preparando unos sándwiches para el desayuno. "Buenos días", me dijo mientras continuaba con su trabajo sin darse cuenta del torbellino de emociones que estaba viviendo. "B buenos días", balbucie, inconscientemente, mientras caminaba con pasos temblorosos a la sala.
Recomendado lo que pasó hasta mañana aún no podía cargar que había viajado el pasado, no sé si fue Dios por el universo que me permitió esto pero no desaprovecharé esta oportunidad, mientras viajaba a la escuela me puse a pensar que tengo que hacer para poder vivir una mejor vida. He llegado a la conclusión que lo primero que tengo que hacer es evitar que el vicepresidente de la empresa de mi padre se roben el dinero y se fugue. Estuve pensando en tiempo pero no pude llegar a una respuesta correcta no es como que le diga a mi padre ¡Oye el vicepresidente de tu empresa podría robarse todo el dinero de las cuentas y fugarse deberías de estar más pendiente de las cuentas de la empresa! O algo si.
El otro punto al que llegue para no repetir el fracaso otra vez, sería entrar en una buena universidad, graduarme con honores o por lo menos tener un buen puntaje para poder aspirar a un buen trabajo con un salario considerable.
Mientras pensaba en estas cosas, no pude evitar desviar mi atención hacia cierta linda chica que se acercaba a mí.
"¿Estás libre Maicol ? Puedes ayudarme a traer la malla de voleibol y algunos balones?
"Si, claro Sofía, vamos " respondí con una sonrisa.
Está linda chica es Sofía una chica exitosa académicamente y con una buena personalidad, que encajaria con la imagen del primer amor de cualquier adolescente.
Recordando un poco el pasado, era una persona socialmente torpe y casi nunca interactúe activamente con ella apesar que me gustaba. Emos estado en la misma clase, estos 3 últimos años pero apenas hablabamos, siempre la admiraba en secreto, como muchos otros chicos de el colegio.
No supe que pasó con ella después de la graduación, lo más probable es que haiga entrado en una buena universidad y se casó con algún gran tipo de la sociedad.
Nunca le declare mis sentimientos a ella en los años que estuvimos en la misma clase, ella se convirtió en el amor eterno e inolvidable que se imprimió en mí alma por toda la vida.
"¿Quieres un helado Sofía" señale una máquina expendedoras de helados hubicada en una esquina por dónde pasamos.
Sofía sigue con sus ojos la dirección de mi dedo y sus ojos brillan.
"Oh, Maicol, enserio me invitas"
"Si, ¿o no me lo aceptas?
"Jaja, bueno, bueno si incistes claro que no aceptaré con mucho gusto"
"¿Que sabor quieres?"
"Mmm, difícil elección quizás brownie o chocolate con menta" dijo mientras asentía dos veces con su mano en el mentón"
Sacando un billete de mí cartera lo introduje en la máquina y escogí los sabores.
"Toma" le dije a Sofía mientras le pasaba un heledo de chocolate con menta.
"Gracias" dijo mientras recibía el helado con una sonrisa.
Continuamos caminado en silencio hacia la bodega de deportes mientras comíamos nuestros helados en el camino no pude evitar mirar su perfil en múltiples ocasiones mientras caminábamos.
"¿Que pasa?" Me pregunto Sofía al notar mí mirada en ella.
"Oh, nada es que me preguntaba a qué sabe ese elado, nunca lo he probado" dije con una sonrisa.
La verdad es que, apesar de lo que creía al principio, en realidad no estaba tan nervioso como lo estaría en el pasado si hablara con ella, quizás porque ya me he enfrentado en mí vida muchas cosas y he echo muchas cosas ya no soy tan tímido y cohibido y puedo hablar con mas calma sin ser intimidado.
Al escuchar lo que dije Sofia me miró raro, talves no esperaba que dijera algo si, nunca he hablado mucho con ella y menos pedirle algo así. Al ver mí mirada fija en su helado Sofía dudo pero luego entendío sus manos a mí cara.
"Está bien, toma, pero solo un poco, este es mío" dijo.
"Bien, bien solo lo probaré no te lo robaré" dije mientras mordía un poco del helado. En el momento en que saboreaba el helado una corriente eléctrica pasó por mi cabeza y mi vicio se oscureció por un momento y luego.
"Blin"
[Felicidades, has activado con éxito el sistema de las oportunidades ]