Un día como cualquier otro para la pequeña Myl, nuestra querida y adorable protagonista, sucedía, se levanto, y tarareo

- Ta rara ra rarara ta ta tararara

Actualmente posee 13 años de edad, ya pasados 4 años de aquel incidente... aunque se haya acostumbrado, todavía quedaron ciertos detalles en ella, estos detalles pueden haberla hecho madurar bastante para su edad, aproximadamente ella supo que eran las 8 gracias a un extraño espíritu que le dijo la hora y por eso la despertó.

Movía sus brazos y sencillamente 2 espíritus la vistieron con un largo y elegante vestido blanco con bordado verde y una tela buena. aunque no se podría llamar excelente. ella se movió de a pequeños pasos hasta la puerta, abriendo la misma y así recibiendo el saludo de una sirvienta que estaba limpiando el pasillo, era la sirvienta en jefa del lugar.

- Buenas señorita, el chambean le espera en la oficina

A lo que nuestra querida Myl contesto con un poco de cortesía, aun teniendo sueño.

- Entendido

Una vez en la oficina...

- Saludos señorita. Hoy parece mas deslumbrante que de costumbre...

Dijo el chambean, simplemente moviendo la silla del escritorio para que Myl se siente.

Myl se sentó en la silla tapizada, y comenzó a comprobar su territorio, actualmente, ella esta en el nivel de cultivo Ar, un nivel bajo-intermedio. Más, esto sin tener en cuenta sus espíritus...

La economía se basaba en taels de bronce, plata y oro, actualmente, una familia de 4 personas podían vivir con 10 taels de plata, 50 taels de bronce son 1 tael de plata, 50 taels de plata 1 tael de oro. Su patrimonio actual constaba de 17 monedas de oro con 10 monedas de plata. una cifra considerable, pero pequeña para su herencia original, nomas de pensar en el dinero ella se estremece con una pequeña ira, ya que su clan fue asesinado por dinero. Aun recuerda como fue el desprecio que recibió en ese momento, por suerte su padre estaba avasallado a un fuerte duque, con línea de sangre real, este duque pudo protegerla hasta hoy en día con la condición de un matrimonio matrilineal con uno de sus hijos, concretamente el cuarto... hablando de roma, con un pequeño toque en la puerta, el duque entro.

Ahora ella entendía porque el espíritu la llamo tan apresurada...