Los rumores en línea sobre esta mujer siendo la amante de Adam Jones parecían ser ciertos, y además, Adam Jones mimaba bastante a esta amante, incluso haciendo una aparición personal.
Al ser arrastrada al edificio por Adam Jones, la multitud controlada fuera de la empresa que estaba causando problemas comenzó a sentir miedo.
Adam Jones era alguien aún más formidable que el Presidente, con quien no se debía jugar. Si lo enfadaban, ¿podrían estos rufianes sin respaldo seguir adelante?
Elly Campbell fue arrastrada escaleras arriba por Adam Jones hasta su oficina. Adam permaneció en silencio todo el camino, su aura fría hacía que todos los que pasaban por su lado no pudieran mirarlo a los ojos.
No fue hasta que se abrió la puerta de la oficina que Adam mostró algún cambio, manteniendo todavía una expresión sombría sin pronunciar palabra.
—Eso... —Justo cuando Elly Campbell empezó a hablar, la puerta detrás de ella fue cerrada de una patada por Adam Jones.