Elly Campbell ya se sentía avergonzada y molesta por las imágenes que habían pasado por su mente anteriormente, y ahora, con Adam Jones presionando sobre ella en una pose tan ambigua, su rostro de repente se puso aún más rojo.
—¡Adam Jones, qué estás haciendo? ¡Bájate de mí ya!
Habló con voz ronca, su voz temblaba ligeramente debido a los nervios.
Pensó que después de todos estos años, estaría completamente a gusto frente a Adam Jones.
Al principio, creyó que lo había logrado, pero en realidad, no era diferente de cómo había sido hace cuatro años.
Era solo que, cuatro años después, se había vuelto mejor para fingir, pero inesperadamente, esta farsa tampoco pudo durar mucho.
No conmovido por su enojo, Adam acarició suavemente las ardientes mejillas de Elly con su mano.
Cuando el gato Elly se acercó, él lo levantó por el pellejo del cuello y lo lanzó descuidadamente a un lado.
