—Por supuesto, ella no tenía intención de lidiar con él, y giró su cabeza para continuar jugando con el pequeño gatito.
—Al ver que no se había ido porque el gatito le pertenecía a él, Adam apenas podía contener su deleite.
—Elly, de hecho... no parecía rechazarlo totalmente.
—Con este pensamiento, la sonrisa en los labios de Adam comenzó a curvarse poco a poco, fuera de su control.
—Dado que el pequeño gatito había conseguido alegrar a su esposa, decidió no importarle que hubiera aprovechado de ella justo antes, e incluso mostró un poco de "gracia" levantando la mano para acariciar la cabecita del gatito, seguido de rascar debajo de su barbilla.
—Para el pequeño gatito, estas acciones eran sin duda muy reconfortantes.
—Sus ojos redondos se entrecerraban contentos, e incluso soltaba algunos maullidos felices.
—Elly se divertía con su apariencia tierna y suave, y no podía evitar olvidar quién estaba de pie a su lado.