—La Anciana Bai no era tan crédula como la Sra. Liu —presintió algo sospechoso en las palabras de Bai Xiaofeng; sus ojos se movían nerviosos. No hablaba de su manera habitual, lo que la llevó a preguntar:
— Xiaofeng, ¿realmente obtuviste el tercer lugar? ¿Estás diciendo la verdad?
—La Sra. Liu se volvió hacia la Anciana Bai y replicó:
— Niang, ¿qué insinúas? Xiaofeng no nos engañaría, ¿verdad? Nuestro Xiaofeng es tan inteligente, ¿no te parece? Conseguir el tercer lugar no es algo fuera de lo común.
—La Anciana Bai no prestó atención a las divagaciones de la Sra. Liu y en cambio fijó su mirada en Bai Xiaofeng.
—Bai Xiaofeng tragó saliva, esforzándose por sonreír :
— Abuela, es absolutamente cierto. Nunca te mentiría.
—Aunque la Anciana Bai todavía albergaba dudas, se sintió algo tranquila por la afirmación de Bai Xiaofeng. Después de todo, su querido nieto no la engañaría.
—Orgullosa, la Sra. Liu exclamó a la Sra. Zhang :