Lucas, Max y todos los licántropos que reconocían y respetaban a Sophie como su Luna y compañera de Leland, se sorprendieron al ver a Sophie cargando sus pertenencias, seguida por sus hijos fuera de la mansión. Pequeño Jack y Anne estaban en brazos de sus hermanos. Todos lucían abatidos.
—¿A dónde vas, Luna? —preguntó Lucas, deteniendo a Sophie, Jan y Luciel que se dirigían hacia la puerta. Todos los licántropos en la mansión se reunieron y miraron a Sophie.
—Leland ha roto lazos conmigo. Ya no soy la luna de esta manada, así que tengo que irme.
—Pero, ¿a dónde vas? Puedes quedarte aquí —dijo Lucas.
[... si todavía tienes algo de vergüenza, sal de mi mansión y lleva a tus hijos también...]
Las palabras de Leland resonaron en la cabeza de Sophie. Eso no le dejaba razón para quedarse allí. Solo pudo sonreír mientras contenía el dolor en su corazón. Dijo: "Gracias, Lucas, pero tengo que irme. Lamento no haber podido asistir a tu boda con Lily, espero que vivan felices."