Unos días después en la Mansión Sy.
Lana miró su reflejo en el espejo. Hoy era un día muy especial para ella porque ella y Liam tendrían su tan esperada ceremonia de boda. Se casarían en la iglesia junto con su suegro y Chelsy. Era una boda muy serena y sencilla donde solo invitaron a sus familias y sus amigos más cercanos.
Ella llevaba su vestido de novia con encaje de hiedra marfil y falda de sirena. Era perfecto para ella, con un cuerpo de escote ilusión y mangas largas transparentes. El vestido se complementaba con su maquillaje ligero y su largo cabello recogido con algunos mechones sueltos que enmarcaban su rostro.
Luego, su mano acarició su estómago que aún estaba plano.