—Sarah estaba molestísima toda la noche viéndola a Lana pegada a Liam como si fuera cola. ¿Estaba desesperada otra vez? ¿Realmente Liam perdonaría a Lana después de todo lo que hizo?
¿Sin mencionar cómo su pasado podría destruirlo a él, a su familia y a su empresa? Y aquí estaba ella, pensando que el pasado de Lana, del que se enteró accidentalmente, podría ser su ventaja pero entonces...
—Soltó un suspiro frustrado al ver a Lana tomando de la mano a Liam abiertamente. Pidió al mesero que le trajera unas bebidas fuertes y se las tomó de un solo trago. Bebió otro vaso y luego otro hasta que sintió el alcohol calentarle el cuerpo.
Ya se sentía un poco mareada cuando vio a Lana levantarse y también siguió apresuradamente, pero se detuvo al oír que alguien llamaba su nombre.
—Sarah... —Se giró y vio una figura familiar. El anciano se quitó la máscara y Sarah forzó una sonrisa porque el hombre era irónicamente un amigo de la familia, el señor Chua.