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Lana se despertó tarde y, como esperaba... Tenía un dolor de cabeza insoportable y sentía que su cabeza iba a estallar de dolor en cualquier momento. Pero una sonrisa se dibujó en su hermoso rostro al recordar lo que había pasado la noche anterior. Abrió los ojos y se vio sola en la habitación de Liam.
Se levantó de la cama. Ya llevaba puesto su camisón. Probablemente Liam se lo volvió a poner. La puerta se abrió y era Miley.
—Te traje algo de ropa... Vístete y vamos a desayunar —dijo Miley con una sonrisa radiante.
—¿Liam? —fue la primera palabra que pronunció Lana.
Miley tenía esa sonrisa significativa mientras respondía, —No te preocupes. Está con padre y Jorge. Es fin de semana, así que no puede tener una excusa para no pasar tiempo con la familia.
—¿Fue exitoso el plan? —preguntó Miley emocionada y al ver el rostro ruborizado de Lana con esa sonrisa tímida confirmó la respuesta que quería.
—Ohhh... Vamos, vete a cambiar ya —murmuró Miley y se fue.