Chelsy abandonó la mansión el día anterior, y Ram dejó que Miley se encargara de todo. Suspiró profundamente con un poco de melancolía en su corazón porque de alguna manera se sentía solo sin ella a la vista.
Desde la primera vez que la vio sonreírle aquella noche en el restaurante, se sintió atraído por Chelsy, pero pensó que era natural tener ese tipo de atracción por el sexo opuesto, pensando que era porque le gustaba su sonrisa genuina.
Pero luego Chelsy llegó inesperadamente a su puerta. Al principio no alentó ese sentimiento, pero a medida que pasaban los días y hablaba con ella y la conocía más, esa atracción se convirtió en algo mucho más.
Sin embargo, aún lo ignoraba y pensaba en disfrutar de su compañía tal como estaba yendo, hablando de varios temas y haciéndose reír de vez en cuando.