—Necesito usar mi primer deseo... —Lana se quedó congelada en su asiento y tragó saliva, al escuchar esas palabras de Liam de repente.
Su expresión tenía un gran signo de interrogación cubriendo su rostro.
—¿Quieres decir ahora? —Lana estalló con los ojos redondos.
Liam asintió y se sentó en la silla frente a Lana.
—Tengo un problema que surgió de repente en mi vida y, en la medida de lo posible, no quiero ser molestado debido a los casos sensibles que estoy manejando. Y tú estás al tanto de eso, ¿verdad? —Liam comenzó.
Lana asintió pero sus cejas se juntaron mientras decía:
—¿Puedes ir al grano Liam?
—Quiero vivir contigo mientras Gracy está alojada en nuestra casa —Liam mencionó directamente.
—¡¿Qué?! ¿Estás loco?! —Lana estalló con gran terror.
—No realmente. Estoy perfectamente cuerdo, Lana. Y mi primer deseo es vivir contigo mientras Gracy se aloja en mi casa —Liam deliberó.