—Bienvenida —la madre de Craig saludó a Gale con una media sonrisa cuando llegaron a la casa de Craig.
—Deberían ir a descansar primero y los llamaré una vez que la cena esté lista —agregó e instruyó al ayudante para que llevase su equipaje a su habitación.
—Gracias —dijo Gale con una sonrisa.
—Ven, niña, te acompañaré a tu habitación —dijo la madre de Craig mientras tomaba de la mano a Gale.
—¿Eh? ¡Compartiremos la misma habitación, madre! —exclamó Craig.
Las cejas de su madre se levantaron y dijo, —Ustedes aún no están casados, hijo, así que no puedo permitir que duerman juntos bajo mi techo.
Craig rodó los ojos y murmuró, —Pero ya hemos estado durmiendo juntos en la misma habitación.
—No aquí bajo mi supervisión, así que más te vale ir a tu propia habitación ahora hijo y descansar —reprendió la madre de Craig.
Gale trató de no reírse al ver la expresión contrariada de Craig. Siempre se comportaba de manera tan apegada y ella había llegado a encariñarse de eso.