En el hospital Yang
El Señor Sy visitó a Chelsy, quien ya casi se había recuperado.
—El doctor dijo que puedes ser dada de alta incluso hoy mismo —informó con una sonrisa mientras se sentaba al lado de la cama de Chelsy.
—Ram. Me entregaré. Estoy dispuesto a pagar por los crímenes que cometí —comentó Chelsy.
—Involucrar a la policía en asuntos familiares es lo último que Liam quisiera. La atmósfera en nuestro país en este momento no es muy buena, Chelsy, debido a las próximas elecciones. Liam hará lo que sea necesario. Mientras tanto, estarás bajo la protección del ejército con la ayuda de una seguridad privada bajo Liam —informó el Señor Sy.
Chelsy no comentó porque la familia de Sy sabría qué era lo mejor para hacer. Ella ya había aprendido su lección.
—Ram. Ese hombre... El que Liam me mostró. ¿Quién es? —preguntó Chelsy.
Ram suspiró y pensó que sería mejor que Chelsy supiera la historia ya que estaba ya conectada con lo que estaba sucediendo.