—¿Estás listo? —preguntó Lana a Kyle mientras estaban en el coche. Ella estaba lidiando con un caso muy complicado en ese momento en el que la víctima era una mujer que había sido golpeada, manoseada y violada por su empleador.
El caso se había vuelto algo complicado ya que la mujer también trabajaba como prostituta a tiempo parcial mientras era camarera en el club. Solía salir con clientes de alto perfil para proporcionarles servicios especiales.
—Sí, pero ¿por qué insistes en venir cuando sabes lo peligroso que podría ser para ti ir allí? Debes pensarlo bien una vez más antes de entrar. No creo que sea una buena idea para ti involucrarte de esta manera. Pondrás tu vida en peligro... —regañó Kyle.
Él no estaba nada cómodo con el plan de Lana y le seguía recordando las graves consecuencias si las cosas se ponían mal para ellos, pero su jefa era demasiado terca.