Jorge rió entre dientes mientras movía suavemente a Miley para que se acostara en la cama. La besó en los labios, suavemente al principio, pero pronto su beso se hizo más profundo. Luego le cubrió todo el cuerpo con besos, sin dejar ningún espacio atrás.
Miley sintió que estaba en el séptimo cielo mientras los labios de Jorge recorrían todo su cuerpo.
Ella gemía y llamaba su nombre mientras él se detenía en sus pezones, haciéndola retorcerse mientras alternaba succiones y lamidas en ellos. Ella pensó que sería la mejor sensación que jamás sentiría, pero entonces terminó gritando su nombre cuando Jorge bajó y la complació en sus partes más privadas y sensibles entre sus muslos.
Casi lloró de placer al alcanzar su clímax debido a los asaltos apasionados de su lengua y boca en su pequeño botón y su pequeña abertura.
Pero no terminó ahí...
Aún temblaba cuando sintió que Jorge se posicionaba entre sus piernas abiertas.