—¡Cállate, Gracy! —El fuerte rugido de Liam resonó en la sala de estar. Los ojos de Gracy se abrieron de par en par al oír la voz enojada y fuerte de Liam. Nunca lo había visto tan fuera de control de sus emociones.
Su rostro estaba rojo de indignación. Gracy comenzó a temblar con un miedo desconocido al ver este estado enfurecido de Liam.
—¿Qué sucede, Liam? ¿Por qué te ves tan enfadado? —balbuceó ella ingenuamente.
—¿Realmente quieres que te lo especifique, Gracy? Tomaré acciones legales contra ti por lo que ocurrió con Lana anoche y eso, por supuesto, manchará gravemente tu reputación. O, debido a la relación que compartí con tu padre, te doy otra opción: vende las acciones de tu padre en mi empresa que te fueron confiadas y deja el puesto de Vicepresidente.
—Gracy, cada vez que intentaste interferir te advertí que no tocaras a mi esposa a ningún costo, y aún así lo hiciste —dijo Liam con unas pocas palabras y la reprendió con ironía antes de levantarse de su silla.
