*Golpe *golpe *golpe
El latido de Lana palpitaba. Podía oír a todos a su alrededor animándoles —¡Beso! ¡Tierno!
Los labios de Liam seguían presionados contra los suyos, y una sensación cálida recorría su cuerpo. No fue un beso profundo, sino un roce persistente que él repitió tres veces, y de alguna manera ella sentía que había algo más en él que un simple roce en los labios.
Ella siempre había disfrutado cuando se besaban, nunca detestó la idea de besarlo, tampoco se sentía tímida. Entonces, ¿qué pasó hoy? ¿Por qué se sentía tan tímida y tan diferente de lo que usualmente sentía? Sus suaves labios se sentían como pedazos de hielo ardiente que la hacían sentir calor, pero todavía estaba ahí la sensación refrescante, reconfortando su corazón.