Nix se pellizcó entre las cejas y se volvió hacia Valerio, cuyos ojos se encontraron con los suyos al mismo tiempo.
—Puedo explicarlo —dijo con una expresión incómoda.
Valerio negó con la cabeza, decepcionado, y se dio la vuelta para salir de la biblioteca. Leia lo siguió detrás con una mirada desconcertada en su rostro.
Bajaron las escaleras y, justo cuando iban a salir de la mansión, se toparon con Logan, que entraba con la cabeza baja y un ceño fruncido en su rostro.
—¡Eh! Mira por dónde vas
Su frase se detuvo en el momento en que vislumbró a Leia y a Valerio. Un ceño fruncido se formó en su rostro.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Logan, claramente molesto. La última vez que recordaba, Valerio había dicho que nunca volvería a poner un pie en la casa familiar. Entonces, ¿qué estaba haciendo exactamente allí con Leia?
Valerio lo miró de pies a cabeza y no se molestó en perder su tiempo con él. Agarró la mano de Leia y salieron del edificio.