—Um... Aún no —sacudió su cabeza, algo decepcionado, ya que mañana sería el límite de una semana que le había dado a Keisha. ¿Es que no pudo hacerlo? Aunque no lo admita, realmente tenía casi todas sus esperanzas puestas en ella. Creía que era capaz.
—Mañana se cumple una semana, ¿verdad? Parece que no lo logró, así que ¿qué vas a hacer ahora? —preguntó Nix, con una expresión preocupada en su rostro.
Valerio pensó por unos momentos, y un profundo suspiro escapó de su nariz.
—Realmente no lo sé. Mi fuente tampoco me ha dado ninguna respuesta todavía —respondió.
—¿No es eso una mala noticia? ¿Qué va a pasar con Edric ahora? ¿Vas a permitir que lo maten por algo que no cometió? —Nix preguntó más aún, y Vicente, que no tenía absolutamente ni idea de qué estaban hablando, los miraba alternativamente.
—¿Qué... está pasando? —preguntó, apareciendo un profundo ceño en su rostro.
Nix miró a Valerio y frunció el ceño.
—¡Espera! ¿No le habías contado sobre eso? —exclamó.