—¿Dónde estabas cuando te llamé? —levantó la vista para mirarla.
—En el hospital —respondió Everly.
—¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me dijiste que esto había ocurrido? —preguntó más, su tono teñido de disgusto.
—Porque sabía que te ibas a enojar. Justo como lo hiciste ayer y fuiste a herir a Víctor —respondió Everly con sinceridad, y Valerio se enderezó.
—¿Oh, él te lo dijo? —se rió entre dientes.
—¿Por qué Valerio? —preguntó Everly.
—Porque tocó lo que me pertenece. Si no hubiera hecho eso, no estaría satisfecho. Se lo merecía —replicó Valerio.
—Pero... él ni siquiera sabía que tú y yo estábamos juntos. Es toda mi culpa
—No importa. Te besó sin tu permiso, así que lo castigué por eso —la interrumpió, y un profundo suspiro escapó de la nariz de Everly.
—Espero que no les hagas nada por esto —señaló su lesión.
—¿Por qué no lo haría? Te hirieron, así que yo les haré daño —Valerio la miró con una expresión de desaprobación en su rostro.