—¡Critter, por supuesto! Te he dicho incontables veces que no se nos permite tener sangre humana, Edric. ¡Está contra la regla—espera! ¿Dijiste... sangre humana? —Valerio preguntó al darse cuenta.
[Sí. Tenemos un lote de sangre humana en el banco de sangre aquí.] Edric respondió.
—¿Edric, estás loco? —Valerio preguntó incrédulo.
[¿Eh?]
—Mi padre te advirtió, ¿no? ¡No se te permite tener sangre humana en el banco de sangre! ¿De dónde la has sacado? —Ahora realmente enfurecido, interrogó.
[Eh, fue donada.] Edric respondió.
—¿La has introducido de contrabando? ¿Y han venido vampiros por ella? —Valerio preguntó más.
[¡Contrabando! ¡Por supuesto que no! No hago esas cosas. Su Alteza, creo que está entendiendo mal la situación aquí.] Edric se puso inmediatamente en pánico, dándose cuenta de que Valerio lo había interpretado mal.
—¿Qué quieres decir? —Valerio preguntó.
[Yo no soy quien trajo el lote de sangre humana] Declaró.