```
—Nix. —Valerio se levantó de inmediato de al lado de la cama y se acercó a Nix.
—¿Está consciente? —Nix preguntó y él asintió con la cabeza.
Se acercó a la cama y se inclinó para mirar a Delarcy que estaba despierta con los ojos medio abiertos.
—Hola, Delarcy. ¿Estás bien? —él preguntó con una cálida sonrisa en su rostro y Delarcy asintió. —Mhm…
—Hmm. No pareces estar en buenas condiciones. —Nix extendió su mano y tocó su frente. —Estás ardiendo. —dijo y dejó caer su maletín en el suelo. —Dame tu mano.
Delarcy levantó lentamente su mano y Nix la agarró suavemente. —Azul… —murmuró mientras sus ojos miraban la punta de sus dedos que estaban azules.
—¿Está… bien? —profundamente preocupado por el ceño fruncido que vio en el rostro de Nix, Valerio preguntó.
—Está bien. Pero… hay algo extraño. —él respondió y una mirada de confusión surgió en el rostro de Valerio.
—¿Qué es? —él levantó una ceja de manera interrogativa.