Un largo y profundo suspiro escapó de la nariz de Lucius. —Realmente no lo sé. No puedo poner excusas. Solo estaba enojado e incapaz de dejar atrás algunas cosas. La arruiné y tengo que compensarlas.
—Mhm, tienes que hacerlo —Savanna asintió en acuerdo.
—Pero no sé si aún pueda hacerlo ahora. Ellos me odian. Y yo
—Su majestad —Savanna lo interrumpió.
—¿Hmm...? —Lucius la miró.
—Leia no está en buenas condiciones ahora, ¿verdad? —ella preguntó.
Lucius asintió con la cabeza. —No, no lo está.
—¿Qué tal si vas a visitarla? Príncipe Valerio vino a hablar contigo sobre eso, ¿cierto? Quizás sería genial si pudieras ir y verla —Savanna sugirió.
Lucius tomó un momento para pensar, luego asintió ligeramente con la cabeza en consenso.
—Tienes razón. Pero... el problema es que no puedo verla.
—¿Por qué no? —confundida, Savanna preguntó.
Lucius la miró y suspiró profundamente. —Savanna, Valerio no quiere ver mi cara. Aunque fuera allí, no podría ver a Leia.