Kaden no podía alejarse del lado de su esposa. Incluso con sus hijos en la UCI y bajo la atenta vigilancia de sus padrinos, incluso cuando lloraban por sus padres y rara vez dormían, Kaden sostenía las manos de su esposa con incredulidad. ¿Cómo podía ser? En cada revisión médica, decían que Lina estaba sana. Aseguraban a la pareja que los trillizos no representarían una amenaza para su cuerpo. Al llenar los formularios, habían marcado que ella era una chica humana, pero Kaden era un Sangre Pura. La reacción debería haber preocupado a los médicos, ¿una humana llevando un vampiro? No era algo inaudito, pero los muchos nacimientos recientes habían sido todos seguros.
La Presidenta de Claymore Conglomerate había encabezado un nuevo medicamento para ayudar a las mujeres humanas en los partos de vampiros y Lina había estado tomando la receta desde que recibieron la noticia de su embarazo.