—¿Eh? —Climaco parpadeó, frotándose los ojos para ver. Dirigió su mirada de los caballeros imperiales a los caballeros de la brigada del marqués. Como caballero que era, Climaco sintió instantáneamente el ambiente hostil entre los caballeros, haciéndole tragar saliva.
'Cierto... Escuché que el Marqués y el Emperador no se llevaban realmente bien', recordó, manteniendo su silencio pero aumentando su guardia por si acaso se desataba una pelea.
Isaías saltó de su corcel, pasando las riendas a un caballero que venía con él. Se acercó al lado de Gustav manteniendo la barbilla alta. Los dos no intercambiaron palabras, ya que simplemente se echaron una breve mirada antes de que Isaías se enfrentara al carruaje.
—Su Majestad, les he traído un carruaje —anunció Isaías a la gente dentro del carruaje—. El Marqués se preocupará si la llegada de Su Señoría se retrasa más.