Con la realización de que la persona que lo convirtió fue Abel, otra oleada de escalofrío amargo recorrió la espina dorsal de Joaquín. Todo lo que Joaquín pudo hacer fue mirar a Abel fijamente mientras su cabeza zumbaba.
Ahora que Joaquín lo pensaba, Javier estaba desesperado con respecto a su investigación. Cada sujeto que Javier convertía en vampiro se convertía o bien en un monstruo sin mente o tenía una esperanza de vida corta. Pero cuando Abel se hizo conocer, las cosas fueron sin problemas para Joaquín; desde armas hasta opio hasta su investigación.
Joaquín contuvo la respiración mientras más y más realizaciones lo golpeaban como un trueno.
—No... —dio un paso atrás mientras negaba con la cabeza—. ... no. Esto no está sucediendo.