—Ahh, debes ser Artemisa. Eres el compañero de mi hija, ¿verdad? Y el padre de mi nieto que estará aquí antes de mucho tiempo —dijo mi padre con una sonrisa.
Oír a mi padre, que apenas se veía más mayor que yo, decir que estaba a punto de ser abuelo me pareció un poco extraño. Supongo que es verdad que los Fae envejecen diferente a los lobos y a los humanos. Ni siquiera sabía cuántos años tenía mi padre. Eso, creo, sería información importante que debería saber pronto.
—Y... sí —respondió Artem nervioso y un poco sorprendido—. Yo soy la pareja de S... Estrella —. Observé cómo Artem se recompuso visiblemente y se aclaró la garganta—. ¿Y usted quién es? —Podía decir por el ángulo desde el que estaba parada que Artem había levantado una ceja con incredulidad mientras miraba a mi padre.