—Doc, ¿todo está bien? —Artem sonreía con picardía a Doc porque él también sabía lo que estaba sucediendo.
—¿Es esto real? —Doc preguntó mientras miraba fijamente a la mujer frente a él—. No me lo estoy imaginando, ¿verdad?
—No-no lo sé —la mujer, Leelin, le respondió. Podía decir que ella también sonreía mientras miraba a Doc. Quizás los nervios que había visto en su cara eran porque podía sentir el vínculo entre ella y Doc. Quizás estaba emocionada en lugar de nerviosa.
—Creo que esto es asombroso —el Rey Alfa estaba eufórico al ver lo que estaba sucediendo—. Parece que la Diosa es fuerte en vuestra manada, así como en la nuestra.
—¿Eh? —estaba confundida e inadvertidamente pregunté eso de una manera muy descortés. Al instante me puse una mano sobre la boca—. Lo siento —no sabía cómo respondería el Rey Alfa a la manera en que había reaccionado.